A partir de ciertas edades…(las nuestras), pasarte una
mañana entera cribando el compost a mano, te deja el cuerpo…¿Cómo diríamos…
perjudicado? , si eso : bastante perjudicado. Y la idea no es ni nuestra ni
nueva, en mi niñez veía a los albañiles cribando la arena con artilugios muy
parecidos a este.
Así que después de evaluar un poco la forma y los materiales
disponibles dijimos: ¡ a ello ! ,tras probarla, nunca nos alegraremos
suficiente de haberla construido.
Este articulo no pretende ser un tutorial paso a paso, ni
daros unos planos exactos de construcción, solo algunos detalles importantes a tener en cuenta y las fotografías
suficientes para que cada cual llegue a su propio diseño si decide meterse a
constructor de SU máquina.
La tolva está construida con chapa galvanizada de 0,5 mm,
muy fácil de encontrar y de trabajar, los
pocos dobleces necesarios están hechos a martillo, sujetando la chapa
entre dos listones RECTOS de madera.
Detalle IMPORTANTE, la altura de la parte baja de la tolva
debe permitiros meter y sacar con comodidad una carretilla, esto condiciona la
altura final total , que debe ser cómoda para palear el material a cribar.
Uno de los frentes
-el opuesto al motor- está completamente libre, para poder colocar la
carretilla bajo la tolva.
Los arriostramientos laterales en diagonal, son
IMPRESCINDIBLES, de no tenerlos, la
máquina duraría menos de tres minutos en marcha, se desarmaría totalmente con
las grandes vibraciones que sufre, cuanto más fuertes y sólidamente unidos mejor.
¡Por cierto! ni se os
ocurra utilizar cola en ninguna parte, se rompería. Todas las uniones tienen
que hacerse (como en toda carpintería para exterior y sujeta a movimientos) con
tornillos y tuercas.
En el lado donde se monta el motor, hemos fijado un
travesaño muy fuerte para poder “apuntalar” la plataforma en que se fija el
motor; lógicamente , debe quedar por encima de la altura más baja de la tolva
para que no estorbe a la rueda de la carretilla, que siempre va a asomar por
este lado.
Los residuos demasiado gruesos que quedan sobre la malla de
cribado, los retiramos a mano para devolverlos al compostero.
Como malla hemos utilizado una electrosoldada de 6x6 mm, nos
habría gustado más una de plástico de medida parecida, que habría soportado
mejor el clima marítimo, pero no conseguimos localizar nada útil. En todo caso
si vivís en un ambiente menos húmedo y salino que el nuestro la electrosoldada
puede funcionar muy bien por mucho tiempo.
Y una vez finalizado el trabajo, toda la bandeja cribadora
puede desmontarse para vaciarla totalmente de las virutillas imposibles de
sacar de otra forma.
Este es el resultado final de nuestro cribado, un mantillo
perfecto para acolchar o para nuestros semilleros.
Vemos también las ruedas sobre las que se desliza la bandeja
cribadora, en nuestro caso utilizamos unas muy fuertes, de hierro, procedentes
de una cama de principios del SXX, seguramente resultará más fácil conseguir
unas modernas ,de goma o nylon y además la cribadora resultará más silenciosa
(la nuestra es una escandalosa). Las que impiden posibles desplazamientos
laterales son de una silla de despacho (también de chatarrería, claro) cortadas
por la mitad para utilizar una “media rueda” en cada apoyo.
Esta es la “planta motriz” de nuestra cribadora, un antiguo
motor extraído de una lavadora. Se utilizaron solamente los dos cables que
mandan el giro LENTO del motor, que ya es más que suficiente.
El interruptor
“marcha-paro” es de un limpiaparabrisas de coche, procedente de un
desguace.
Las escuadras de fijación del motor a SU plataforma son
trozos de una vieja estantería metálica, son perfectas por que ya tienen hechos
los taladros con medidas exactas. Y hemos dicho SU PLATAFORMA (la que está
pintada de amarillo), porque esta es independiente, de esta forma al finalizar el trabajo o en
caso de lluvia, podemos desmontar el motor con solo quitar cuatro tuercas y
guardarlo en sitio protegido y seco; igualmente , si queremos ,también podemos
guardar la bandeja cribadora.
Al ser un motor antiguo, tiene un poleín suficientemente
grande como para poder atornillar a él directamente (es de aluminio) con tres
roscachapas potentes, el buje de madera en el que se engancha la biela. En el
buje se monta un tornillo con la cabeza embutida (por eso es tan grueso) y el
vástago hacia afuera, entre este vástago y la biela se montó ,con una tuerca a
cada lado, un rodamiento de 8 x 20 x 7,…que conseguimos al desmontar un viejo
taladro quemado.
Tanto el buje como la biela pueden hacerse con cualquier
madera dura: haya, encina, iroko que no
tenga nudos ni grietas.
El enganche de la biela con el reenvio de la bandeja es otro
tornillo de M8, la parte roscada que entra en la armella está protegido del
golpeteo con un trozo de manguera de riego por goteo, este protector ,a su vez,
se sujeta simplemente con una arandela de ala ancha y una tuerca.
Aquí vemos la plataforma solidaria a la estructura y los
cuatro espárragos que sirven para fijar la plataforma del motor, estos
espárragos también salieron de una lavadora (es increíble la cantidad de cosas
útiles que hay dentro de una lavadora estropeada) son de M8 y bicromofosfatados.
También vemos el reenvío a la bandeja cribadora, es una
simple armella con rosca de M8, que se puede encontrar en cualquier ferretería
de pueblo.
Finalmente , si os metéis en faena y os surgen dudas…que
surgirán, en nuestro correo
tindaracursos@gmail.com os resolveremos…lo que sepamos resolver, claro.