En climas secos y/o altitudes medianas ( los 700 u 800m de las dos mesetas ) pueden
no ser el peor problema de tus tomateras, pero en altitudes cercanas al mar y
con clima húmedo y cálido , como el nuestro, los ataques fúngicos son –con diferencia-
el peor problema, tanto como para arruinarte la cosecha en muy pocos días,
oidio, mildiú, fusárias, alternaria…etc. están ahí ,agazapados y dispuestos a
destrozar tus plantas a la menor oportunidad y aquí esas oportunidades ,por
desgracia, abundan.
Este método, que nosotros conocimos en Valencia hace ya 20 o
25 años resulta barato, ecológico y eficaz, si no al 100% , si lo suficiente
como para ,con el complemento de las fumigaciones con equiseto (cola de caballo)
quitarte muchas preocupaciones.
El
material que vamos a utilizar es un trozo de cable eléctrico, que pelamos
dejando los hilitos desnudos, estos hilos son de cobre sin barnizar, cuidado de
no utilizar hilo procedente de un bobinado de un juguete o similar, ese hilo
está barnizado con un aislante y no serviría de nada.
Cortamos trozos de 3,5 o 4 cm, con un estirón entre el
índice y la uña del pulgar quedarán enderezados y “afilados” para poder
usarlos.
Justo antes de llevar los plantones del semillero a la
tierra, clavaremos un trozo de estos en el tallo de la plantita, ojo, a la
altura suficiente como para que NO quede enterrado en el momento del
trasplante.
Quedará atravesando el tallo y asomando un par de centímetros
por cada lado, según el tallo valla engrosando, el hilo de cobre irá quedando cada
vez más cubierto por el tallo.
Mariano Bueno, en su libro el “Huerto Familiar Ecológico”,
describe un método muy parecido: “uno de los salientes del hilo, se deja más
largo y se enrolla alrededor del tallo” pero cuidado, ese arrollado debe
hacerse con las vueltas muy separadas y relativamente flojo, si las vueltas
están muy juntas puede estrangularse el tallo principal y perderse la planta.
Finalmente, si se trata de tomateras de mucho porte , tipo
Raf o Corazón de Toro p.ej., no estaría de más ir pinchando más alambres en
cada uno de los tallos laterales que la planta va produciendo, nosotros hemos
comprobado que en estas plantas de enorme desarrollo el efecto protector puede
no alcanzar a la totalidad de la planta adulta.